lunes, 18 de noviembre de 2013

EL JARRÓN DE LA SUEGRA


Eran las 10 de la mañana del sábado 16 de Noviembre, frío y lluvioso pero... por suerte festivo! no había que madrugar para salir hacia el lugar de trabajo! Tras un despertar tardío, -al igual que este invierno-, me dispuse a desayunar con el sonido de la radio de fondo. Mis oídos de repente pusieron más atención a las voces radiofónicas cuando en medio del programa que trataba de los errores que se cometen dentro del cine empiezan a hablar sobre un monumento egipcio que se halla en Madrid, el templo de Debod, el cual según parece esta sufriendo graves problemas de conservación.
Se trata de uno de los templos egipcios que fueron rescatados antes de quedar sumergidos por la construcción de la presa de Assuan. España y otro países colaboraron con Egipto en la obra faraónica que supuso el traslado del templo de Abu Simbel y según parece, el templo de Debod fue un regalo al país español en agradecimiento, al igual que sucedió con el templo de Taffa que fue a parar a Holanda, el templo de Ellesiya a Italia y el de Dendur que fue regalado a los Estados Unidos.

Templo de Debod 


De pronto, tras el comentario del periodista que denunciaba el estado descuidado en que se hallaba el monumento, he recordado un texto de Ruskin, que aparece en Las siete lámparas de arquitectura. Uno de los fragmentos decía “...¿Pertenecía la catedral de Arranches a la turba que la destruyó... La turba, turba es, y lo será siempre, tanto da que esté enfurecida o discretamente loca, que sean muchos o se organicen en comités: quienes destruyen algo sin razón son turba...” Con ello me refiero a las huellas que han aparecido ensuciando las antiguas piedras del templo, huellas de algunos a los que no quiero llamar grafiteros porque considero que la mayoría de quienes se dedican a ejercer este tipo de disciplina son personas que ejercen su arte con respeto por el arte y que nunca tendrían la desfachatez de dejar una firma suya en un lugar tan respetable como lo es un templo egipcio de más de 2.200 años.
Otro detalle que me ha llamado la atención y que me ha recordado lo que leí de Ruskin sobre la prevención, es que, a diferencia de los demás templos egipcios que fueron regalados a Holanda, Italia o Estados Unidos, mientras que estos se encuentran dentro de importantes museos de esos países, el templo de Debod esta en plena intemperie, en el Paseo Luis Rosales de Madrid, sin ningún tipo de protección, ni vigilancia, expuesto al peligro de cualquier acto de vandalismo. Ruskin decía: “Vigile todo edificio antiguo con inquieto esmero, todo lo mejor que pueda, a cualquier precio, de posibles influencias dilapidadoras. Cuente las piedras como lo haría con las joyas de una corona; ponga vigilantes alrededor como si de las puertas de una ciudad sitiada se tratara; átelo con hierro donde se suelte; sosténgalo con madera donde se debilite... mejor una muleta que una piedra perdida. Si lo hace con ternura, con respeto, sin cejar un momento, muchas generaciones nacerán aún y desaparecerán al resguardo de su sombra”. Pues bien, todo lo contrario se esta teniendo en cuenta a la hora de cuidar este templo: turbas de alumnos que visitan acompañados de sus profesores el monumento, mientras escuchan las explicaciones apoyan sus botas sobre las paredes milenarias sin que nadie les llame la atención, delincuentes y gamberros dejan allí su firma a golpe de brocha y aerosol, personal responsable del monumento interviene con la colocación de un ventanal modificando el aspecto pristino de la columnata, la contaminación que recibe por estar expuesto en el exterior, ...
En definitiva, toda una muestra de la falta de educación ciudadana y de responsabilidad del estado español.

Como si fuese un jarrón al que no se le guarda mucho aprecio y el cual no nos importaría perder si por un “descuido” acabara rompiéndose, así es como el templo de Debod parece ser considerado por el pueblo español, como ese jarrón que un día nos regaló la suegra.










Miénteme cine, “De faraones y momias”, sábado 16.11.2013, 10,00h


miércoles, 6 de noviembre de 2013

Sube el 0,5% la aportación de Fomento para restauración de Patrimonio Histórico!!!


El pasado 25 de Octubre se publicó en el monográfico especial de La Vanguardia que el Ministerio de Fomento ampliaba la aportación a proyectos de restauración y enriquecimiento del Patrimonio Histórico Español un 0,5%, o sea que pasaba del 1% al 1,5%.

Teniendo en cuenta que los presupuestos generales del estado para el 2014 proyectan unos gastos de más de seis millones de euros en defensa frente a los tres millones de gastos en cultura, la cosa parece un poco ridícula.

Por otro lado, la situación en que se encuentran nuestros ayuntamientos y comunidades autónomas tras la mala gestión económica en la que han derrochado el dinero de todos los contribuyentes, les obliga a vender gran parte del patrimonio, con lo cual ese tanto por ciento que nos otorgan quizás acabe siendo suficiente para conservar y proteger lo que nos quede.

Sin ir más lejos, en Barcelona se han puesto a la venta las casas Vicens, Burés,Villa Tibidabo, etc. joyas arquitectónicas que buscan compradores millonarios en busca de edificios singulares donde poder vivir como un marqués o montar un negocio hotelero, como posiblemente ocurra con la casa Burés.


Se vende casa modernista en Barcelona