viernes, 27 de diciembre de 2013

España está en oferta




El patrimonio artístico de nuestro país parece ser que se está esfumando silenciosamente. Las arcas del estado se han vaciado a base de construir aeropuertos y polideportivos innecesarios y según parece no quedan fondos para retener en el país obras de pintores como El Greco o Rubens.
En Barcelona, el señor Mas parece estar más preocupado en recaudar fondos para su campaña independentista que en la conservación de su patrimonio, ya que la Generalitat pone a la venta una serie de edificios, entre los cuales se cuentan autenticas joyas modernistas.

Entre las obras que se están “fugando” de nuestro país, tal como explica Miguel Ángel García Vega, en su artículo del País del 27.12.13, se encuentran joyas como:

-La Crucifición de El Greco que pertenecía al Museo Zuloaga de Zumaia (Guipuzcoa) se vendió en Londres por cuatro millones de euros.
-Retrato de un caballero de Rubens se vendió también en Londres por tres millones ochocientos euros.
-Una colección de 45 piezas de arte contemporáneo en homenaje a Chillida, depositada en el Bellas Artes de Bilbao se vende en Christie's.
-La colección de arte precolombino Barbier-Mueller depositada en Barcelona también se vende.

Parece que los organismos encargados de proteger nuestro patrimonio están haciendo dejación de sus funciones. España esta de oferta y se vende las joyas a bajo precio. (Se calcula que auténticos grecos hay pocos, por lo cual éste que nos hemos dejado quitar de las manos, dentro de poco tiempo se cotizará mucho más). Cuando el oro baja, resulta que suben las inversiones en arte. Pero eso en lo que respecta a otros países, no en el nuestro, claro. Ya que nuestro país no hace una inversión con cierta categoría desde el 2011, en que compró un conjunto de vistas de Genaro Pérez Villaamil, procedentes de la colección del Duque de Claredon.


Crucifixión de  El Greco

En fin, que cruz de país el nuestro!




lunes, 23 de diciembre de 2013

"Lo que no hay"

La tecnología no deja de sorprendernos y ahora el arte se convierte en un espectáculo virtual. Tal y como va el mundo no será necesario preocuparse por la conservación del arte. Las grandes obras no se perderán del todo ya que con la ayuda de la fotografía y los montajes audiovisuales, siempre quedará un registro que podremos proyectar,.... y en el comedor de casa, … para que colgar un cuadro?... ponga usted uno virtual!
El último grito son los espectáculos multimedia, o los “mappings”, unas proyecciones que nos hacen ver “lo que no hay”, como por ejemplo los frescos de San Climent de Taüll.
Este es un caso sorprendente, ya que, por segunda vez el ábside de San Climent ha sido despojado de las pinturas que lo cubrían para que en su lugar se proyecten unas imágenes virtuales de las pinturas originales.
No se sabe muy bien la razón de todo ello, si bien los frescos originales se encuentran desde principios del siglo XX en el Mnac (y no era fácil su restitución), las segundas que sustituyeron a las originales y que fueron realizadas por Ramón Millet daban a la iglesia un aspecto muy digno, sin necesidad de artificiosidades de tipo festivalero.

A pesar de que estas proyecciones pueden resultar muy efectivas ocasionalmente para celebrar ciertos eventos, como es el caso del centenario de la casa Battló o las fiestas de la Merced de Barcelona, lo que me parece excesivo es que se sustituyan unas pinturas tan respetables como las de Ramón Millet por una burda proyección que, por si fuera poco, ha costado la friolera de 400.000 euros. Y me pregunto ¿No se podían haber invertido en obras más necesarias?






sábado, 14 de diciembre de 2013

Rehabilitación del Coliseo de Roma



File:Colosseum in Rome-April 2007-1- copie 2B.jpg


Al Coliseo romano le van a lavar la cara o por lo menos eso es lo que dice Pia Petrangeli, arquitecta encargada de dirigir las obras de la rehabilitación de este antiguo anfiteatro. Las obras están financiadas por la firma de lujo Tod's, que actúa como mecenas y se conforma con que la divulgación de su patrocinio se de a conocer discretamente, a través de ruedas de prensa y otros actos culturales, a diferencia de lo que pretendían otras firmas como Ryanair o Samsung, las cuales estaban dispuestas a poner dinero con la condición de que sus marcas aparecieran en carteles de grandes dimensiones alrededor del Coliseo. Por suerte, el Ministerio de Cultura italiano se ha negado a tales propósitos y la firma italiana Tod's, famosa por sus zapatos, será la que en un gesto de amor hacía su patria, invierta los fondos en la puesta a punto de uno de los monumentos más representativos de Roma.
Según dice la arquitecta, “no se trata de limpiar, reconstituir, reintegrar y devolver la unidad del monumento, sino conservar lo que queda, eliminando sólo lo que puede ser dañino para su futuro” y hace una diferenciación entre el deterioro natural y la degradación causada por la agresión humana y ambiental. El primero debe respetarse, la segundo tiene que corregirse.
La operación de rehabilitación se hará en tres fases, en la primera se limpiará de mugre la fachada, de lo que se encargará una empresa especializada en bienes de patrimonio cultural que ha superado exigentes criterios de seguridad. Aunque, aquí me asalta las dudas ¿cómo se verá el travertino del Coliseo después de que lo hayan bañado a presión con líquidos biocidas para eliminar todos los microorganismos de la superficie? La seguridad nunca es total, y ni siquiera los entendidos en la materia pueden certificar como actúan del todo los tratamientos que usan. Otra duda que me embarga es ¿hasta donde llegaran con esa limpieza para que la piedra no pierda la patina de la antigüedad? Saber donde acaba la suciedad y empieza la patina es dificilísimo y eso lo reconode Pietrangeli.
La segunda etapa consistirá en crear un semisubterráneo fuera del coliseo, para incorporar material divulgativo y la tercera será la de acondicionar las partes más bajas donde estaban las jaulas de las fieras y los ascensores para subirlas, para lo cual se ha de hacer un estudio sismológico para verificar que en el futuro pueda autorizarse la entrada a los visitantes.
En resumen, que no corra el pánico, el Coliseo no se reconstruirá en su total circunferencia (Violet seguramente lo hubiera hecho). Se trata de una ruina y en ruina se quedará, eso si, una ruina segura para los visitantes.
Por de pronto, las intenciones en la restauración parecen bastante respetuosas, según las manifestaciones de la arquitecta Pietrangeli, aunque falta saber si ésta pedirá consejo a algún profesional de la Historia del Arte, lo cual no estaría nada mal.



(Para más información ver el Magazine de La Vanguardia del 8.12.13)


lunes, 2 de diciembre de 2013

Sta. Eulalia de Provençana y su ábside pop.



Después de leer este articulo, pienso que quizás me tengo que retractar de mi anterior afirmación sobre que el verdadero arte contemporáneo se hace en la calle. A la vista está que también se puede encontrar el arte de los grafiteros en el interior de una iglesia neo-románica.



El vicario de la parroquia de Santa Eulália de Provençana (Hospitalet de Llobregat), tras ponerse en contacto con Rudy y House (dos artistas del grafiti), ha conseguido que estos se prestaran, de una manera completamente altruista, a decorar el ábside de su iglesia, una construcción que data del 1957. El encargo consistía en recrear Santa María de Taüll, para lo cual Ramón Mor, (el mosén), mandó a ambos que se empaparan de las obras del románico catalán que se encuentran en el MNAC.

El párroco dio vía libre a la inspiración de los artistas, con la única exigencia de que la obra debía incluir las figuras de la Virgen, el niño Jesús, la patrona Santa Eulália y una familia que simbolizaría a los fieles del barrio. Además, y esto ya por cuenta propia, los artistas se han permitido la licencia de añadir un perro y un gato que conviven amigablemente y una niña que lleva una maceta con una planta, que según afirma Rudy simboliza el ecologismo.

Aunque, ni la técnica, ni los pigmentos nada tienen que ver con las utilizadas en los frescos del románico, si hay que reconocer que las pinturas guardan cierto parecido en lo que respecta a los volúmenes y a la rigidez de las imágenes.
Está claro que la iglesia y las técnicas pictóricas murales se adaptan a los nuevos tiempos, aunque quizás la iniciativa del señor Mor, no sea más que una estrategia para atraer a la juventud hacía la iglesia, ya que habitualmente el personal que asiste a las liturgias no baja de los 65 años de edad. Y... quién sabe, quizás dentro de algunos siglos estas pinturas sean tan valoradas como las de Bohí o Taüll, y en lugar de admirarlas en la parroquia de Sta. Eulalia de Provençana nuestros descendientes tengan que acudir al Mnac de Barcelona para verlas.











lunes, 18 de noviembre de 2013

EL JARRÓN DE LA SUEGRA


Eran las 10 de la mañana del sábado 16 de Noviembre, frío y lluvioso pero... por suerte festivo! no había que madrugar para salir hacia el lugar de trabajo! Tras un despertar tardío, -al igual que este invierno-, me dispuse a desayunar con el sonido de la radio de fondo. Mis oídos de repente pusieron más atención a las voces radiofónicas cuando en medio del programa que trataba de los errores que se cometen dentro del cine empiezan a hablar sobre un monumento egipcio que se halla en Madrid, el templo de Debod, el cual según parece esta sufriendo graves problemas de conservación.
Se trata de uno de los templos egipcios que fueron rescatados antes de quedar sumergidos por la construcción de la presa de Assuan. España y otro países colaboraron con Egipto en la obra faraónica que supuso el traslado del templo de Abu Simbel y según parece, el templo de Debod fue un regalo al país español en agradecimiento, al igual que sucedió con el templo de Taffa que fue a parar a Holanda, el templo de Ellesiya a Italia y el de Dendur que fue regalado a los Estados Unidos.

Templo de Debod 


De pronto, tras el comentario del periodista que denunciaba el estado descuidado en que se hallaba el monumento, he recordado un texto de Ruskin, que aparece en Las siete lámparas de arquitectura. Uno de los fragmentos decía “...¿Pertenecía la catedral de Arranches a la turba que la destruyó... La turba, turba es, y lo será siempre, tanto da que esté enfurecida o discretamente loca, que sean muchos o se organicen en comités: quienes destruyen algo sin razón son turba...” Con ello me refiero a las huellas que han aparecido ensuciando las antiguas piedras del templo, huellas de algunos a los que no quiero llamar grafiteros porque considero que la mayoría de quienes se dedican a ejercer este tipo de disciplina son personas que ejercen su arte con respeto por el arte y que nunca tendrían la desfachatez de dejar una firma suya en un lugar tan respetable como lo es un templo egipcio de más de 2.200 años.
Otro detalle que me ha llamado la atención y que me ha recordado lo que leí de Ruskin sobre la prevención, es que, a diferencia de los demás templos egipcios que fueron regalados a Holanda, Italia o Estados Unidos, mientras que estos se encuentran dentro de importantes museos de esos países, el templo de Debod esta en plena intemperie, en el Paseo Luis Rosales de Madrid, sin ningún tipo de protección, ni vigilancia, expuesto al peligro de cualquier acto de vandalismo. Ruskin decía: “Vigile todo edificio antiguo con inquieto esmero, todo lo mejor que pueda, a cualquier precio, de posibles influencias dilapidadoras. Cuente las piedras como lo haría con las joyas de una corona; ponga vigilantes alrededor como si de las puertas de una ciudad sitiada se tratara; átelo con hierro donde se suelte; sosténgalo con madera donde se debilite... mejor una muleta que una piedra perdida. Si lo hace con ternura, con respeto, sin cejar un momento, muchas generaciones nacerán aún y desaparecerán al resguardo de su sombra”. Pues bien, todo lo contrario se esta teniendo en cuenta a la hora de cuidar este templo: turbas de alumnos que visitan acompañados de sus profesores el monumento, mientras escuchan las explicaciones apoyan sus botas sobre las paredes milenarias sin que nadie les llame la atención, delincuentes y gamberros dejan allí su firma a golpe de brocha y aerosol, personal responsable del monumento interviene con la colocación de un ventanal modificando el aspecto pristino de la columnata, la contaminación que recibe por estar expuesto en el exterior, ...
En definitiva, toda una muestra de la falta de educación ciudadana y de responsabilidad del estado español.

Como si fuese un jarrón al que no se le guarda mucho aprecio y el cual no nos importaría perder si por un “descuido” acabara rompiéndose, así es como el templo de Debod parece ser considerado por el pueblo español, como ese jarrón que un día nos regaló la suegra.










Miénteme cine, “De faraones y momias”, sábado 16.11.2013, 10,00h


miércoles, 6 de noviembre de 2013

Sube el 0,5% la aportación de Fomento para restauración de Patrimonio Histórico!!!


El pasado 25 de Octubre se publicó en el monográfico especial de La Vanguardia que el Ministerio de Fomento ampliaba la aportación a proyectos de restauración y enriquecimiento del Patrimonio Histórico Español un 0,5%, o sea que pasaba del 1% al 1,5%.

Teniendo en cuenta que los presupuestos generales del estado para el 2014 proyectan unos gastos de más de seis millones de euros en defensa frente a los tres millones de gastos en cultura, la cosa parece un poco ridícula.

Por otro lado, la situación en que se encuentran nuestros ayuntamientos y comunidades autónomas tras la mala gestión económica en la que han derrochado el dinero de todos los contribuyentes, les obliga a vender gran parte del patrimonio, con lo cual ese tanto por ciento que nos otorgan quizás acabe siendo suficiente para conservar y proteger lo que nos quede.

Sin ir más lejos, en Barcelona se han puesto a la venta las casas Vicens, Burés,Villa Tibidabo, etc. joyas arquitectónicas que buscan compradores millonarios en busca de edificios singulares donde poder vivir como un marqués o montar un negocio hotelero, como posiblemente ocurra con la casa Burés.


Se vende casa modernista en Barcelona







jueves, 24 de octubre de 2013

Restauración de la “A” de Can Franquesa






Después de leer el artículo de Javier Pérez Andújar del pasado 19 de Octubre del diario El País, cada vez veo más claro que el arte verdaderamente contemporáneo no es el que encontramos encerrado entre las paredes de los museos o de las galerías de arte, sino el que surge en la calle. Es un arte que algunas veces puede resultar efímero pero que otras veces se convierte en eterno símbolo de una clase social o de un grupo cuyas ideas suelen diferir de las que son impuestas por el gobierno y las instituciones. Me refiero al grafiti, un arte que nace del inconformismo a modo de gamberrada. Algunos de estos grafitis sólo duran el tiempo que tarda el dueño de la superficie empleada en borrarlo y pintarla de nuevo, otros, quizás por estar hechos en lugares más inaccesibles, permanecen en el sitio durante años, como es el caso de la “A” de Can Franquesa, esa letra anarquista, símbolo de libertad y de lucha sindical de otra época, de la que hoy aún se conserva el recuerdo porque, alguien un 12 de Octubre de hace treinta años, se dedicó a inmortalizar sus ideales en un muro de contención de Santa Coloma de Gramanet.
El arte contemporáneo es a veces tan efímero como cuanto nos rodea en la actualidad. El grafiti, las performances..., su mensaje dura poco, casi tan poco tiempo como un anuncio de televisión. Es un tipo de arte muy representativo de la sociedad del momento, una sociedad que recibe cientos de impulsos por minuto y que hace que se sienta empujada a consumir todo cuanto se le ofrece a través de la pantalla del televisor, de un catalogo de muebles suecos o de cualquier escaparate de la gran ciudad. Es la era del usar y tirar, la era de no implicarse demasiado en nada y de sálvese quien pueda. Por el contrario, algunas veces nos llegan noticias de que aún queda un reducto de movilización obrera que está patente, sobre todo, en algunas zonas de la periferia, esas en las que el desempleo, la marginación y los ERES esta más latente. Es ahí precisamente, donde una parte de la sociedad se resiste a perder sus raíces, conservando lo poco de artístico que puede tener una simple letra “A” encerrada en un circulo. Por vez primera una letra nace sin más pretensiones que las de reivindicar un sentimiento de libertad y acaba convertida en símbolo de toda una época de lucha obrera, de tal forma que nadie en treinta años ha intentado eliminarla de ese lugar, el muro de contención del barrio de Can Franquesa.
El pasado 12 de Octubre, día de la Hispanidad, esa letra que con el paso de los años había ido perdiendo color, fue restaurada cual obra renacentista se tratara por los mismos que la crearon hace treinta años, cinco personas que pertenecieron a las Juventudes Libertarias, el Manolo, el Sabas, el Isidro, su mujer la Chiri y el José. Eran montañeros que sabían escalar. Iban por las noches, se colgaban del muro y tras poner un pivote en el centro para trazar la circunferencia se ponían a pintar hasta que amanecía. Este año se volvieron a reunir todos, excepto el José, que hace tiempo se fue a Portugal, para celebrar el treinta aniversario de su obra y rememorar unos ideales que les llevaron a inmortalizar esa A descomunal (seis metros y medio de diámetro). Mientras la estaban repintando, una señora se asomó a un balcón y les gritó: “no se os ocurra tapar la A, forma parte del patrimonio histórico de Santa Coloma!”.
Esa letra reivindicativa, esa “A” anarquista, a través del tiempo ha pasado a adquirir la categoría de bien patrimonial de una vecindad que no desea que sea eliminada, sino todo lo contrario, que apoya que siga ahí y que, valientemente, sus ya no tan jóvenes creadores se ponen manos a la obra y se vuelven a colocar los arneses para restaurarla y que siga luciendo sus colores quien sabe si otros treinta, cuarenta o cien años más.